VI

Llovía con saña y sin pausa cuando esa tarde quise matarte. Estabas delante de mí en la farmacia, tenías que comprar una tableta de medicamentos de 60 comprimidos, pero no conseguías la marca de tu interés ni tampoco comprendías que tu remedio no se vendía fragmentado. Sordo, viejo y mañoso. Me mirabas de reojo cada vez que bufaba, impaciente, y volvías al ataque: “Esto es Farmacity, ¿no?, porque en esta cadena yo tengo permiso para comprar remedios por tabletita”.

Los cordones de la vereda comenzaban a cubrirse de moho cuando imaginé tu muerte. Golpeaba tu cadera vieja con la balanza en la que te pesabas cada 14 segundos, la dislocaba y dejaba tu cuerpo tirado, solo, como un tirabuzón. Pintaba tus retinas con spray fijador al tiempo que llenaba tu boca con crema para peinar pelos enrulados. Te salía por la nariz, hacías arcadas y le pedías ayuda al farmacéutico como un sarnoso.

“Es mi turno”, me indicabas furioso: “Mi turno”, mientras yo con un sacacorchos arrancaba de a uno tus dientes mentirosos e intentaba desgarrar tus orejas con una lima de uña en oferta. Desde abajo del lóbulo comenzaba a rajar tu piel, haciendo salir un espeso aroma a carne asada. Te obligaba a comer tu propia oreja simulando disfrutarla. Justo en ese instante cedías y solo, sin esperar mi remate, reptabas hacia la góndola masculina, tomabas una afeitadora eléctrica y mientras te orinabas encima, te freías a fuego lento en medio de los pañales y los protectores diarios.

Eran alrededor de las cuatro de la tarde del domingo cuando en mi mente moriste y por fin, gracias al cielo, el tablero marcó mi turno.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

sos la mejor describiendo asesinatos.
te quiero
=)

Maichus* dijo...

dientes mentirosos

pura maldad!!

Unknown dijo...

sos una hija de puta!!! ajajajaj
te banco a morir!!

Anónimo dijo...

jaja, q hdp, lo trataste con un psiquiatra esto??

nos falta poco melllllllll

pd: corri por la playa con bambi

besoo

LA DUEÑA DE LA PERVERSIÓN ES...

Asesinatos imaginarios para deleite de las mentes más perversas.

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